LA UNIDAD DE LA IGLESIA

Efesios 4:1-6

Introducción

El cuerpo de Cristo es un organismo complejo, con muchas partes, cada una en su propio lugar y con su propia función, trabajando juntas en armonía. Al igual que el cuerpo humano, que está formado por 206 huesos y 650 músculos, y todos están perfectamente unidos trabajando justos y en armonía, de allí que el apóstol Pablo haga una analogía entre la iglesia y el cuerpo humano.

  1. Un cuerpo. El principio básico de la iglesia, como cuerpo de Cristo es el amor (v 16: y por medio de él todo el cuerpo esté formado y unido por todas las coyunturas, según el don que les es proporcionado por medida a cada miembro para el crecimiento del cuerpo, para que se complete su edificación en amor) el cual es el vínculo perfecto. Siendo JESUCRISTO la cabeza y la fuerza que la dirige; el requisito indispensable y fundamental para su funcionamiento como cuerpo de Cristo, que está compuesta por muchos miembros de temperamentos y talentos distintos, consiste en que haya tolerancia, aceptación, mansedumbre y apoyo mutuo entre los miembros (v 2: con toda humildad en su modo de pensar, mansedumbre y paciencia, tolerándose unos a otros en amor,).

a.1.Función del cuerpo. La finalidad del cuerpo es nutrir a cada uno de sus miembros para que lleguen a ser la imagen perfecta de Cristo (v 12-15: para la madurez de los santos, para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, y para que no seamos niños que fluctúan fácilmente, llevados por todo viento de falsas doctrinas de hombres que mediante sus artimañas traman llevar al extravío, sino que seamos genuinos en nuestro amor, para que crezcamos en todo por medio del Cristo, que es la cabeza). Cuando Dios creó al hombre lo hizo a su imagen y semejanza (Gn 1:26: entonces dijo Dios:<hagamos al ser humano según nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y tengan dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre el ganado, sobre toda bestia de la tierra y sobre todos los reptiles que se arrastran sobre la tierra.). Aunque el hombre está muy distante en su imagen y semejanza de Dios, Cristo es la verdadera imagen expresiva de Dios, como Hijo de Dios. La imagen del hombre consiste en tres cosas: su naturaleza y constitución, no física porque Dios no tiene cuerpo físico (Jn 4:24: porque Dios es Espíritu, y los que lo adoran, en espíritu y en verdad deben adorarlo), si no en su alma, que es la que tiene la imagen. Entendiendo el alma en sus tres facultades específicas: entendimiento, voluntad y facultad activa. Además en su lugar y autoridad. Al ostentar el dominio (Gn 1:28: y los bendijo Dios, diciendo: sean fecundos y multiplíquense; llenen la tierra y sojúzguenla, y tengan dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre el ganado y sobre toda criatura viviente que se arrastra sobre la tierra) sobre las criaturas inferiores, como si fuera un virrey. Y por último, en su pureza y rectitud (Lv 11:44: porque yo soy Jehová su Dios, por tanto, conságrense y sean santos, porque yo soy santo…). Luego de la caída del ser humano (Gn 3:1-7. Pero la serpiente era la más astutas de todo las las criaturas vivientes…dijo entonces…a la mujer:¿así que Dios les dijo que no comieran de ningún árbol del huerto?… y la serpiente dijo a la mujer: en realidad no morirán…viendo la mujer que el árbol es bueno para comer y codiciable…tomó de su fruto y comió, y ofreció también a su marido…), se pierde la imagen de Dios, porque Dios le había dado al hombre poder para gobernar la tierra y los cielos (Gn 1:28), pero guardando su semejanza en su naturaleza tripartita: cuerpo, alma y espíritu. Por tanto, cuando se constituye una congregación local, que forma parte de la iglesia universal, se forma un cuerpo local, que se constituye a su vez en parte de la Iglesia Universal y por tanto miembro del cuerpo de Cristo, y en su conjunto van siendo nutridos cada uno de sus miembros para llegar a ser la imagen perfecta de Cristo.

a.2. el Crecimiento. La idea del crecimiento, parece aplicarse tanto a los individuos como al conjunto de la iglesia (v 12,13). La niñez de la iglesia pasará, y llegara su madurez (1Co 1:12-13: estas facciones dentro de la congregación y la afirmación de pertenecer a un grupo o doctrina determinada o corriente dentro de la congregación es un síntoma ineludible de orgullo y jactancia que proceden de la inmadurez espiritual). La iglesia, como tal, tiene ya más de dos mil años. Sin embargo aún se encuentra en un estado de niñez, pues generación tras generación, la congregación se va renovando, ya que a la congregación se van uniendo cada día más creyentes, sin embargo dentro de la iglesia local deben haber miembros maduros que puedan instruir a los recién convertidos.

a.3. La Unidad. La unidad dentro del cuerpo de Cristo no es solamente un concepto teológico abstracto para Pablo. La unidad necesita expresarse en las actitudes y comportamientos de todos los cristianos. A pesar del tiempo en que la iglesia ha permanecido sobre la tierra, esperando a ser levantada por su Señor, todavía no ha conocido la unidad en su manifestación completa y visible. Pablo sostenía una lucha incesante contra la existencia de bandos en las iglesias locales (1Co 1:12-13. Digo, pues, esto porque hay alguno de ustedes que dice:<yo soy de Pablo>; y otros dicen: <yo soy de Apolos>; y hay quien dice: <yo soy de Pedro>; y otros dice: <yo soy de Cristo>), así como las divisiones entre judíos y gentiles. (2Co 13:11: por tanto, hermanos míos, gócense, sean maduros, confórtense, y haya armonía y paz. Y el Dios de amor y de concordia será con ustedes; Fil 2:2: hagan completo mi gozo al ser de un mismo modo de pensar, un amor, un alma y un mismo sentir). La unidad espiritual es el hecho más importante en la iglesia local y universal, ya que el cuerpo en su conjunto marcha unido en todos sus miembros, así la iglesia debe marchar unida hacia su objetivo: proclamar el evangelio, salvar al hombre y santificar a los santos. Es necesario que en la iglesia exista una unidad orgánica y externa de la iglesia visible. Esta unidad está en contra del egoísmo y orgullo de las personas. Y en todo tiempo dará fruto en repuesta a la oración de Jesús (Jn 17:22-23: yo les he dado la gloria que tú me has dado, para que sean uno, tal como nosotros somos uno. Yo en ellos y tú en mí, para que sean hechos plenos en uno, para que el mundo sepa que tú me has enviado y que los has amado, como también a mí me has amado. He 12:1: por tanto, también nosotros que tenemos todos estos testigos alrededor nuestro como una nube, despojémonos de todas nuestras cargas, y del pecado que nos asedia en todo tiempo, y corramos con perseverancia en esta prueba de destreza que está puesta delante de nosotros)… el apóstol no quería que sus lectores pensaran que unidad quería decir uniformidad; la diversidad entre los cristianos es importante para la unidad, para la cual es necesaria una doctrina común crística o cristo céntrica.

  1. Armonía en el Espíritu. (v3). Para establecer la armonía en el Espíritu es necesario hacerlo en el vínculo de la paz. Es lo que corresponde como “escogidos de Dios”; y el término escogidos, que aparece en varias cartas de Pablo, es el resultado del amor gratuito de Dios, dentro de su libre y soberana iniciativa. Y es este amor de Dios el que obliga a amarse, soportarse y perdonarse mutuamente (1Jn 4:11: amados míos, si Dios amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros). Y es este amor el vínculo perfecto (Col 3:14-15: y juntamente con todas estas cosas tengan amor, que es el vínculo de la perfección, y que la paz del Cristo gobierne sus corazones, porque han sido llamados para Él en un cuerpo; y muestren gratitud al Cristo), donde Pablo ordena a la iglesia de los colocenses “ …vestíos del amor, que es el ligamento de la perfección “; un hebraísmo que puede entenderse como ligamento perfecto, que es el vínculo que une y perfecciona, corona y da valor a todas las demás virtudes. Entonces es el amor el ligamento que une perfectamente a los creyentes.

b.2. Armonía en un mismo cuerpo. Pablo dice a los romanos, que “el cuerpo humano está compuesto de muchas partes, pero no todas ellas tienen la misma función. (Ro 12:4: porque del mismo modo que en un cuerpo tenemos muchos miembros, y no todos los miembros cumplen la misma función.). Lo que el apóstol refiere con esta ilustración es que un solo organismo dispone de diferentes miembros para las distintas funciones; así la iglesia tiene muchos miembros, y si se aplicase  con amor y humildad esta analogía en cuanto a la iglesia como cuerpo de Cristo, cada iglesia local sería un centro de edificación espiritual y de expansión misionera, sin envidias ni recelos de ninguna clase. Cuando cada creyente internalice esta enseñanza, la iglesia será ese poderoso cuerpo para destruir fortalezas y derribar murallas.

  1. Repartición de dones. En el libro de Hebreos el autor dice: que las señales y prodigios, además de poderes diversos que son conferidos por Dios, como hechos sobrenaturales, fueron otorgado a los hombres a través de su Hijo Jesucristo (He 2:4: dando Dios testimonio respecto a ellas con señales, con prodigios, con diversos milagros y con reparticiones del Espíritu Santo, los cuales fueron dado conforme a su voluntad), Demostrando que cuando lo hizo, les dio el Espíritu Santo a quienes él se lo quiso dar. Y ya en el libro de los Salmos se profetizo que a su muerte en la cruz él ascendería a los cielos que llevaría cautiva la cautividad y daría dones a las personas. El apóstol se refiere a la diversidad dentro de la unidad. La iglesia es una, aunque existan diversas congregaciones local, hay un solo cuerpo de Cristo.

c.1. Los dones de la divinidad. En Romanos 12: 3-8 (digo yo, pues, a todos ustedes, por la gracia que me fue dada, que ninguno tenga un más alto concepto de sí que el que deba tener, sino que cada uno piense sobriamente, según la medida de la fe que Dios le impartió;…así también nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en el Cristo, pero en lo individual somos miembros unos de otros…) Pablo describe una serie de dones dispensados por Dios como Padre, los cuales parecen identificarse con motivaciones básicas, es decir, inclinaciones inherentes a cada persona, según las cualidades que les concedió el Creador desde su nacimiento. Los dones nos son otorgados para ocupar nuestro lugar en su creación a fin de que la iglesia como cuerpo marche a pasos de vencedores (Ro 8:37: pero en todas estas cosas somos vencedores por medio de Aquel que nos amó).

c.2. Propósito de los dones. En 1Co 12:7-11, se relacionan los dones des Espíritu Santo; cuyo propósito es específico: para provecho  del cuerpo de la iglesia; dichos dones están a disposición de los creyentes pues es el Espíritu Santo quien los reparte, según la medida de fe de cada uno de los creyentes (1Co 12:11).

c.3. Dones dispensados. Dados por el Hijo cuando ascendió a los cielos y llevo cautiva la cautividad (v 8), constituyen el fundamento que garantiza que las primeras dos categorías de dones se apliquen a la iglesia. Cristo no solo dio dones a la iglesia de acuerdo con su propósito; sino que el ministerio de los líderes es equipar al cuerpo de Cristo ayudando a cada persona: para que sepan el lugar que el Creador les ha reservado, de acuerdo con las cualidades con las que ha sido dotado, para que lleven a cabo el propósito divino en sus vidas; y, en segundo lugar, para que cada creyente reciba el poder del Espíritu Santo con el que fue revestido en el momento en que creyó (Mr 16:17: y estas señales seguirán a los que creen: en mi Nombre expulsaran espíritus malignos, hablaran nuevas lenguas; tomarán en sus manos serpientes, y sí bebieran algún veneno mortífero no les hará daño; impondrán sus manos sobre los enfermos y sanarán), y comience a responder a los dones que cada creyente recibe a fin de expandir sus capacidades innatas en aras de llevar a cabo su ministerio redentor, edificar la iglesia y evangelizar al mundo.

 

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