El propósito de colocar en esta sección un tema como este, es darle un enfoque y aplicación adecuados, pues por lo general son temas que generan controversia porque llevan en sí mismos la carga de los mitos, tabúes o tradiciones que se suscitan a través del tiempo de generación en generación.
La finalidad principal es exponerlos de forma de esclarecerlos para que el hombre y la mujer cristianos sean desatados de –valga la redundancia-de las ataduras de la ignorancia y los mitos, pues los expondré a la luz de las Escrituras; de manera que puedan tener una vida de relación fructífera y en armonía tal como Dios pensó desde la creación.
Debo aclarar, sin embargo, que <el sexo no es la prioridad del ser humano ni de la vida matrimonial, es un cumplimiento de la Palabra de Dios, es el elemento principal para la procreación y” mantenimiento de la especie”. El sexo no lleva en sí mismo castigo>.
Por tanto, comenzaré a hablar de los temas relacionados con el sexo que generan controversias, preguntas, inquietudes, curiosidad y traumas.
1.- RELACIONES SEXUALES DURANTE LA MENSTRUACIÒN-
Tal vez alguien pueda pensar que mucho o que muy poco se ha hablado acerca de este tema; algunos piensan que son deshonrosas, otros que son buenas para evitar un embarazo no deseado, otros que son peligrosas, poco sanas o antihigiénicas y otros que son pecado.
Quienes utilizan este método, lo hacen por dos razones: 1) porque pueden hacerlo sin correr el riesgo de un embarazo, sin necesidad de utilizar condones, ya que hay hombres que se resisten a utilizarlo, con el argumento de que no pueden sentir las mismas sensaciones, y las mujeres, algunas no usan anticonceptivos orales porque les afectan o porque se les olvidan; y 2) porque son “personas insaciables sexualmente” o no tienen don de continencia.
Aunque científicamente no existe ninguna evidencia que este tipo de relaciones represente algún peligro para la pareja; No se recomienda tener relaciones sexuales durante la menstruación sin protección, ya que semen y sangre son medios por los cuales se transportan microorganismos causantes de enfermedades como hepatitis, gonorrea o sífilis y por supuesto VIH, que se contagia vía sexual. Sin embargo, algunas encuestas realizadas entre algunas mujeres sugieren que practicarlas durante este período, aumenta la intensidad de los dolores tipo cólico que se presentan durante esa fase.
Sin embargo, estos argumentos científicos no son concluyentes.
La Biblia presenta dos puntos de vista importantes, aunque algunos piensen que no son más que prejuicios religiosos, “sin santidad nadie vera al Señor· dice la Palabra de Dios.
- En el Antiguo Testamento, el libro de Levítico, dice: “cuando la mujer tuviere flujo de sangre, y el flujo esté en su cuerpo, siete días permanecerá apartada; y cualquiera que la tocare quedará inmundo hasta la noche” (Lev 15:19).Según este texto son prohibidas las relaciones sexuales durante la menstruación. Estas leyes fueron dadas por motivos higiénicos, pero específicamente habla acerca de la impureza de carácter sexual. Recientemente James J. Preston ha realizado un esclarecedor estudio sobre los métodos de purificación religiosa en distintas culturas. Este autor clasifica las formas de contaminación religiosa en tres categorías fundamentales asociadas: a) funciones biológicas corporales; b) “ataduras” sociales, y c) al mantenimiento de los límites entre lo “santo” y lo “sagrado”. Es una clasificación analítica tendente a facilitar su explicación –y nuestra comprensión, por tanto– aunque a veces estas categorías se mezclan, en distinto grado, en las diversas culturas. a) La primera categoría de Preston es la más universal, pues las funciones biológicas (las emisiones del cuerpo humano) están vinculadas a procesos de “suciedad y limpieza” en casi todas las sociedades. Según este autor, la orina y las heces son particularmente sucias por su olor, pero también debido a su asociación con la putrefacción y la muerte. Y recuerda que en la India, la mano izquierda, que se usa para la limpieza después de la defecación, está prohibido utilizarla para tocar a otras personas u objetos sagrados. Otras secreciones corporales, como la saliva, el vómito, o sangre menstrual y la placenta, también se considera que tienen cualidades contaminantes. En algunas tradiciones, incluso el esperma es considerado contaminante fuera del contexto del matrimonio. Todas estas excreciones corporales tienen una función social. La enfermedad contagiosa es el modelo de invasión contaminante. El individuo tiene que actuar con pureza para no contaminar a la sociedad. Si su actuación “invade” o arremete contra el grupo rompiendo su equilibrio, tiene que ser expulsado ritualmente. Es un procedimiento análogo a la observación natural: todo lo que entra anormalmente en el cuerpo humano puede ser una fuente de contaminación. Por lo tanto, el aire, los líquidos, y los alimentos son potencialmente contaminantes y deben ser cuidadosamente controlados. Los tabúes religiosos relativos a la sangre son denominador común en todas las culturas antiguas y primitivas; es universal. Pero, ¿cómo explicarlo objetivamente sin que parezca un prejuicio religioso?, no podemos complacer a todo el mundo pero si podemos ser objetivos, ya que si creemos que Dios es el creador de la tierra y el cielo, y todo lo que está en la tierra, en el cielo y debajo de la tierra (Gen 1:1), entonces, no es prejuicio religioso afirmar que mantener relaciones sexuales durante la menstruación de la mujer es una actitud antihigiénica que afecta principalmente a la mujer; porque el sangramiento sucede por desprendimiento del endometrio (capa interna del útero), por lo cual, hay vasos sanguíneos abiertos y que pueden conducir cualquier germen al organismo; además, Eclesiastés dice que todo tiene su tiempo (Ec 3). El hecho de que hagamos esta afirmación no nos califica como “anacoretas”.
- En cuanto al Nuevo Testamento, después del nacimiento, muerte y resurrección del Señor Jesucristo, ya no estamos sujetos a ley de Moisés sino a la Gracia:”porque el pecado no se enseñoreará de vosotros, pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia” (Ro 6:14). Por lo cual damos gracias a Dios que ya no estamos bajo el yugo de ordenanzas carnales, rígidas e inflexibles, difíciles de cumplir por nuestros propios méritos, sino por los méritos de Jesús, que es el único que descontaminarnos y que puede evitar que el pecado nos destruya. Por tanto, el sacrificio del Señor nos limpia de toda “inmundicia”, por el poder de su poderosa sangre. Entonces, al escudriñar las Escrituras (Jn 5:39), no existe en el Nuevo Testamento una prohibición escrita literalmente, que desde el punto de vista moral y espiritual, hable acerca de este asunto, sin embargo, escudriñando la Palabra de Dios, el apóstol Pablo le asegura a Timoteo que:”toda la Escritura es útil para exhortar, enseñar y redargüir…”por lo tanto, debemos aceptar a la ordenanza de Levítico como valedera en nuestro tiempo de “gracia”; aceptando que es un precepto ordenado por motivos de higiene. Sin embargo esto no es concluyente para afirmar que es una relación pecaminosa o peligrosa a no ser por razones de conciencia, si citamos a Pablo, cuando le dice a los Corintios: ustedes tienen un decir: todo me es lícito, mas yo les digo a ustedes no todo conviene ni edifica (paráfrasis de la autora). Así que esta práctica no es conveniente por respeto a la pareja.
2.- RELACIONES SEXUALES DURANTE EL EMBARAZO.
Son muchas las dudas acerca de este tema. Sin embargo, existen condiciones que contraindican esta práctica durante el embarazo, como son: el conato o amenaza de aborto, primigesta añosa, conato de parto prematuro, embarazo de alto riesgo, placenta previa, preeclamsia. También se ha demostrado científicamente que este tipo de práctica en los últimos meses de embarazo (8vo y 9no), puede provocar trabajo de parto. Es muy probable que durante el embarazo normal, sin complicaciones, el deseo sexual en la mujer no sufra modificaciones. Durante los tres primeros meses del embarazo, se recomienda utilizar la posición con la mujer encima del hombre, con la finalidad de no comprimir el vientre y ocasionar perturbación al embrión. A partir del 3er mes, se recomiendan las posiciones de lado o aquellas en las cuales la mujer no debe soportar el peso de su marido. Sin embargo cada pareja juzgará de “mutuo consentimiento” (1Co 7:4-5), en la Biblia la única ordenanza que existe con respecto al matrimonio y las relaciones íntimas es que los esposos no deben negarse a complacer.
3.- RELACIONES SEXUALES EN LA TERCERA EDAD.
Existen personas equivocadas que piensan que la actividad sexual debe desaparecer con la edad. O aquellas mujeres que piensan que al realizarles una histerectomía (extraer la matriz) han sido “castradas” y han perdido el deseo o apetito sexual. Esto es un craso (grave) error. La ausencia de menstruación solo significa fin de la edad fértil pero no de la vida sexual activa. En la antigüedad los patriarcas mantenían una vida sexual activa durante su edad posmadura. El libo de Proverbios dice:” ¡sea bendito tu manantial y alégrate con la mujer de tu juventud!”(Prov. 5:18). La Biblia anima a la pareja que, aunque los años pasen, “las muchas aguas no podrán apagar el amor” (Cantar de los cantares), y aún en la tercera edad se puede tener una vida íntima y sexual placentera como Sara y Abraham, Zacarías y Elizabeth.
Continuará……